Disfrutar del Otoño, pasear entre árboles centenarios y encontrar un paisaje dentro de la ciudad para fotografiar con la belleza de la Naturaleza.
Este jardín histórico, cuya creación se debe a Felipe II, es uno de los rincones escondidos y más especiales de Madrid. Situados en un eje verde, con más de 20 hectáreas, junto a Madrid Río, están abiertos todos los días de la semana y la entrada es gratuita.
Su nombre se debe al intento de reconquista de Madrid por Alí Ben Yusuf en 1109, ya que su ejército acampó en este lugar. La muralla musulmana de Madrid tenía sus límites aquí. Sin embargo, no se documenta oficialmente el nombre de Campo del Moro hasta 1809.
Hubo que esperar al reinado de Isabel II, cuando se acometió la construcción de los Jardines por parte de de Narciso Pascual y Colomer (1844), del que subsiste el trazado de las principales avenidas rectilíneas, y las dos fuentes que se alinean en el eje central: la de las Conchas, obra de Felipe de Castro y Manuel Álvarez (1775), procedente del Palacio del Infante don Luis en Boadilla del Monte, y la de los Tritones, obra italiana del siglo XVI procedente del jardín de la Isleta en Aranjuez, y colocada ante la Gruta Grande o invernadero. Por último, durante la Regencia de María Cristina de Habsburgo se reformó completamente el parque según el diseño seudopaisajista de Ramón Oliva (1890).